sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Verdad o felicidad?




http://youtu.be/o63eoovJTjs


¿Es preferible vivir engañados con tal de ser felices? ¿Se puede llamar propiamente felicidad a vivir en la ignorancia cuando se puede salir de ella? ¿O es precisamente solo la ignorancia lo que permite la felicidad? O, de otro modo, ¿la felicidad es cosas de tontos?

Todos los alumnos, profesores, y visitantes de este blog en general, estáis invitados a este debate, haciendo un comentario a esta entrada.

El debate queda cerrado a fecha de hoy. Gracias por participar.

43 comentarios:

Noemi dijo...

En mi opinión, la felicidad no es cosa de vivir engañados o en la ignorancia, es mucho más que eso, es alegrarte cada día porque la vida te brinda la oportunidad de vivir unas experiencias únicas, lógico, es lo único que tenemos. Sé feliz, a pesar de que te ponga muchas dificultades, supéralas, y tendrás una sensación de satisfacción.
Vivir en la ignorancia, viéndolo todo tan bonito, pareciendo todo tan perfecto, no creo que sirva para mucho, así estarás haciendo de una experiencia única, pese a sus dificultades y sus recompensas, alegrías...,un engaño.
Por otra parte, vives engañado pero, feliz porque todo tiene sentido, no hay nada que te deprima o te haga sentirte mal, pero no ves realmente la realidad.
Es una buena forma de ver la vida si quieres evadirte un poco de la realidad, vivir a tu manera, ignorando las cosas que nos quieres ver, que te hacen sufrir o simplemente, no te gustan.

Antonio Romero dijo...

Enhorabuena a Noemi por atreverse a abrir fuego, ¡es la primera de los ciento y pico de alumnos a los que les doy clase!
A partir de ahora, lo suyo sería que en vuestros comentarios tuviérais en cuenta los anteriores.
Así mismo, sería interesante que vuestras opiniones sostuvieran alguna tesis, alguna idea, sobre el problema planteado y que esta fuera claramente identificable.

Luz dijo...

Llegar a un acuerdo en este tema sería complicado, ya que cada uno posee un concepto diferente sobre qué es la felicidad. Aunque, en mi opinión, si eres feliz en una fantasía, en algo que no es real, esa misma felicidad no es verdadera, sólo forma parte de la quimera a la que nuestra imaginación ha dado forma. La felicidad, aparte de ser algo complicado de adquirir si es que realmente llegamos a sentirla, no nos hará plenamente felices, valga la redundancia, si no es palpable, verídica. No podemos basar nuestra alegría o felicidad en medias verdades, en el desconocimiento de lo que nos rodea o en nuestra desbordada imaginación, sino que debemos hallar la felicidad en el mundo en el que verdaderamente vivimos. Cierto es, que de esta manera, puede que no seamos tan felices, pues la vida no es fácil, pero… ¿no es acaso más placentero disfrutar de una felicidad que hemos conseguido con nuestro esfuerzo que con aquella que sólo existe tras nuestros voluntariamente cerrados ojos? Yo creo que sí.
Hay cientos de caminos para buscar la felicidad, todos los hombres que han pasado por la Tierra han intentando hallarla de innumerables maneras diferentes. Es probable que muchos de ellos eligieran la aquí citada, la ignorancia, y también es probable que la hallaran, aunque sólo por tiempo limitado, ya que no podemos permanecer eternamente en el desconocimiento. Tarde o temprano, la verdad nos arrastra, llega a nuestras vidas y si además, no estábamos preparados para ella porque preferíamos permanecer en la ignorancia, esa “cuesta arriba”, nos será ahora mucho más acentuada. Para las personas conocedoras de la realidad, para los que hayan buscado la felicidad dentro de los parámetros de lo tangible, la verdad no es algo que asuste o decepcione en la mayoría de los casos, así que descubrir ciertas cosas, no les hace tanto daño. Sin embargo, si alguien que siempre ha vivido engañado, descubre instantáneamente una verdad dolorosa, su felicidad hipotética se desplomará cual castillo de naipes y le será aun más difícil volver a recuperar su estabilidad emocional.
Para concluir, diré que en mi opinión, felices o no, ya que la perfección no existe, en esta vida hay que ser ante todo conscientes y realistas, pues más vale no ser feliz pero tener momentos de alegría, que ser excesivamente felices y que un día, de buenas a primeras, nos bajen de nuestra fantástica y confortable nube de un brusco empujón. No digo con esto que no debamos buscar la felicidad, no digo que tengamos que ser conocedores de cada desdicha, sino que debemos aprender a encontrar la verdadera felicidad en un mundo que no es feliz.
Mª Luz Quinta Sánchez, 1º de Bachillerato D.

Lucía Gómez dijo...

La felicidad es algo que todos buscan, desde ese punto de vista no se prefiere nada antes que la felicidad porque esa es la meta que todos tenemos por naturaleza, el resto solo nos conducen a ella, o eso creemos.
Considero que para ser feliz es necesario no ser ignorante, porque sino no se puede disfrutar al máximo de un momento de felicidad al no ser consciente de él.
El desconocimiento de un hecho puede conllevar la felicidad al vivir en un mundo de engaños del que no tienes conciencia.
Pero, conocer la realidad es mucho mejor porque puedes poner remedio a estos males que tú desconoces y evitar así un sufrimiento posterior. Eso si, aunque la verdad sea dolorosa, posibilita que la angustia sea menor a largo plazo, puesto que cuando esa situación esté más consolidada todo será más difícil.
Vivir engañados no es felicidad porque la mentira no conduce a nada bueno, por lo que es necesario salir de la ignorancia y no ser tonto, pues así podremos conseguir mejores cosas al saber las causas y consecuencias que conlleva un hecho, poniendo remedio a algún mal.

Lucía Gómez 2ºBach D

Alberto Muñoz dijo...

En este debate se ha opinado hasta ahora que es preferible conocer la verdad por mucho que esta nos haga sufrir a vivir en la tranquilidad de la ignorancia. Habéis usado buenos argumentos para defender esta opinión, pero ahora tenemos que extremar un poco la situación. En vez de presuponer que podemos enfrentarnos a la cruda realidad, imaginemos que ésta puede con nosotros. Hay muchos casos en los que la realidad no sólo cambia tu vida, sino que la destroza por completo.
Es en este momento cuando hay que preguntarse si preferimos vivir en la ignorancia o morir por conocer la realidad.
En mi experiencia personal, soy feliz teniendo un conocimiento sobre quién soy y cómo soy. ¿Y si cambiara mi persepectiva? ¿Y si de pronto me diera cuenta de que sólo soy una marioneta como la Rana Gustavo? Quizás el impacto sería demasiado para mí, no lo sé porque no lo he experimentado.
Arriesgándome a ser un sofista, depende de cómo sea la verdad quiero conocerla o no.

Antonio Romero dijo...

¡Esto debate va teniendo buena pinta! Aunque falta muuuuucha gente por participar, queridos alumnos. ¡Venga, a dar argumentos, razones...!
¡Ánimo!

Isabel Martín Talavera 2ºBachD dijo...

Acabo de leer vuestros comentarios y resumo que para vosotros lo mejor es conocer la realidad aunque ésta nos haga sufrir, pero yo me pregunto ¿Dónde está el muro que separa la realidad de lo imaginario si para una persona su imaginación es su propia realidad?. ¿Dónde está la diferencia entre la verdad y lo que personalmente he construido sobre ella?. Necesitaríamos continuamente tener a alguien con nosotros que separara nuestra visión de lo que se considera real.
En primer lugar antes de dar una opinión sobre el tema me he informado sobre el verdadero significado del término felicidad para saber si es más fácil conseguirla a través de la ignorancia que a través del conocimiento pleno de las cosas y me he sorprendido porque realmente no hay una definición exacta sobre la felicidad. Por ejemplo la felicidad en el mundo Oriental es distinta de la felicidad en el mundo Occidental.
También Aristóteles tuvo esta duda y dijo que todos estamos de acuerdo en querer ser felices pero no es posible aclarar cómo podemos serlo.
La filosofía Griega defiende tres posturas sobre la felicidad:
- Ser feliz es autorealizarse. Alcanzar las metas propias del ser humano. Postura defendida por Aristóteles y Platón. Entiendo que para realizarnos necesitamos conocer el mundo, adaptarnos a sus exigencias y estar conformes con nosotros mismos
- Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie. Entiendo que también en este caso no podemos ser felices en la ignorancia sino que necesitamos saber para ser independientes.
- Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico. También en este caso es necesario conocer técnicas, formas de vivir, relajación… que nos ayuden a paliar nuestro sufrimiento, por lo tanto es mejor saber que ser ignorantes para conseguir la felicidad.
Para otros autores como New Thought la felicidad es una actitud mental que el hombre puede asumir conscientemente, es decir, es una decisión. Por tanto, según este autor la felicidad se puede conseguir tanto desde la ignorancia como desde el conocimiento.
Para Sócrates la felicidad surge cuando se puede realizar la virtud, la justicia y para alcanzarla necesito conocerla. Por lo tanto, no se puede conseguir desde la ignorancia sino desde el conocimiento.
Personalmente creo que somos felices cuando estamos de acuerdo con nosotros mismos, tenemos nuestras propias ideas, las defendemos, y luchamos por ellas, cuando descubrimos cual es nuestra función en la vida y somos coherentes con ello. En este sentido para conseguir la felicidad lo más importante es el conocimiento de nosotros mismos, pero por otra parte, para saber sobre la felicidad, he tenido que recurrir a fuentes de información que me han ayudado a salir de la ignorancia sobre el término. Creo pues que es necesario conocer para posicionarnos, aunque estoy totalmente de acuerdo con New Thought en que en la mayoría de los casos la felicidad es una decisión personal.

Belén Orquín Alonso dijo...

¿Verdad o felicidad? Este tema me parece uno de los más interesantes y debatibles sobre el que se pueden tener diversidad de argumentos para ambos casos y que no tiene una solución verdadera ni correcta, que depende de cada persona.

En mi opinión, cada persona es dueña de su propia felicidad. Es decir, si yo quiero ser feliz, puedo conseguir con mis actos y mi forma de vivir el día a día que mi vida lo sea. Si piensas en positivo e intentas ayudar a los demás, esas buenas acciones regresan a ti. Aunque hay casos en los que es muy complicado ser feliz, aunque tú quieras serlo. Si tienes una situación muy difícil a tu alrededor que te afecta en gran medida es más costoso, pero siempre puedes ver la parte positiva de las cosas, y ver el vaso medio lleno.

Así mismo, una felicidad no es verdadera si no es real. Puedes ser muy feliz soñando y viviendo en las nubes, pero al despertar te toca vivir tu vida. De otro modo, hay veces que me pregunto si es mejor vivir engañado y tener una "felicidad imaginaria" o saber la verdad y sufrir. Por ejemplo, si tienes un cáncer y no lo sabes, puedes perderte muchas cosas y no aprovechar el tiempo que te queda de vida al máximo, pero al menos no vives en un constante sufrimiento pensando que vas a dejar este mundo y que no volverás a ver a las personas que más quieres.
Por otra parte están las llamadas "mentiras piadosas" que son engaños para no hacer daño. En este caso, pienso que si quieres a alguien es mejor decir la verdad, de una forma especialmente delicada para no lastimar a la persona, pero siempre decir la verdad. Aunque volvemos así al caso anterior, y hay veces que las cosas por muy cuidadosamente que las digas, hieren a las personas y quizá sería mejor callarnos.

Si supiésemos que esta vida no es real, probablemente nadie querría despertarse de este sueño en el que vivimos.

Manu Lazo dijo...

Cuestiono yo, ¿acaso estos conceptos han de ser excluyentes?, porque es una sensación que me da al leer los comentarios.

Para que lo sean, debemos tomarlos como conceptos absolutos, es decir, o total ignorancia, o total sabiduría, pero eso no es así; levántense aquellos que, en algún aspecto de su vida saben que son engañados, y comprobaremos que nadie queda sentado. Aún y así, seguro que todos tenemos momentos en los que nos sentimos felices, pues bien, yo opino, que existe una felicidad encerrada en un marco de ignorancia. El qué hay tras ese marco, ni se que hay, ni aspiro a tal cosa.

No podemos decir que si fuéramos completamente sabios y conociésemos la verdad, entonces la felicidad sería inherente a nosotros, por que todos ignoramos. Y de la misma forma, no podemos considerarnos totalmente ignorante, por que sabemos.
Concluyo en que creo que estos, al menos actualmente, son conceptos que viven en simbiosis, la ignorancia se sirve de nuestra felicidad, y esta de la primera.

Jose dijo...

Para empezar, creo que es necesario definir qué es la felicidad y qué la ignorancia. La ignorancia es el desconocimiento de la realidad, y la felicidad, la definiría como la satisfacción y aceptación del conocimiento de la realidad. Dicho esto, es imposible llegar a ser feliz estando en la ignorancia, ya que, en la ignorancia uno no es ni feliz ni infeliz, es impasible. ¿No hemos sentido todos alguna vez la felicidad?, pues bien, ninguno somos desconocedores de la realidad que nos hace felices, ya que, si no conociésemos esta realidad no seríamos felices.

Elizabeth Parrillo dijo...

Puede haber diversas opiniones en este asunto, pero yo creo que siempre, en todos los casos hay que decir la verdad, ¿para qué ocultar algo que puede que lo sepas más adelante? si nos fijamos en el caso que ha descrito Belén del cáncer, estoy de acuerdo con ella que todos debemos saber cómo se encuentra nuestro cuerpo, ya que si nos lo ocultan, al fin y al cabo lo acabaremos sabiendo y habremos desaprovechado gran parte del tiempo que nos queda de vida. Pero si ponemos el ejemplo de los Reyes o el ratoncito Pérez, pienso que son mentirijillas que se hacen a los niños pequeños para que tengan ilusión por algo y por ocultar esto tan insignificante no debemos ocultar asuntos mayores.
En la vida, no todo es color de rosa, cada persona debe afrontar sus situaciones y si te dicen una cosa que te va a disgustar tienes que aprender a vivir con ello, saber seguir adelante y no mirar siempre todo lo malo. Siempre habrá personas que te ayuden a sobrellevarlo y yo, al menos, prefiero que me digan la verdad a que me la oculten.
Nadie sabe cómo definir exactamente la felicidad puesto que para cada persona puede ser una cosa distinta por eso, todos debemos aspirar a conseguirla, cada uno a su manera, y si se ponen obstáculos en nuestro camino, pues… así es la vida.


1º Bach. D

Jesús Murga dijo...

Mis más sincera opinión:

Amante de dos mundos somos,
queriendo tocar polos opuestos
que se alejan cuanto más cerca
los vemos.

Elegimos nada cuando a una
elegimos, nada elegimos si nos
quedamos con las dos, realidades
de un mundo que jugará con
nosotros seamos felices o ignorantes.

Maria Otero 2º Bach.D dijo...

Es común la idea de que una persona que sabe menos es más feliz, pero ¿cómo se puede ser feliz sin conocer la realidad? En mi opinión una persona es feliz cuando se siente completamente satisfecha, es un estado placentero, muy dificil de describir y que sólo los que la han conocido son capaces de hablar de ella, pero ¿quién conoce a la felicidad realmente?
Quizás, yo pueda decir que he sido muy feliz en algunos momentos de mi vida o que me he sentido bastante bien pero ¿de verdad me siento feliz cuando me cuestiono a mí misma si soy feliz? En ese preciso instante en el que estoy pensando esto, ya no siento felicidad plena porque me cuestiono cómo sería verdaderamente feliz, con lo que empiezo a preguntarme qué pasaría si no conociese la verdad, qué sería mejor para mí: saber que vivo en una cruel sociedad o ignorar toda la realidad.
Creo que para conocer un estado de plenitud, como es la felicidad, hace falta haber conocido el dolor, la tristeza y un poco de sufrimiento, es decir la verdad. Por lo que llego a la conclusión de que la verdad es simplemente un complemento que nos hace entender qué es para nosotros la felicidad.

Eviita!! dijo...
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Eviita!! dijo...

¿Verdad o felicidad?
Para comenzar, mi opinión es algo dualista. Ya que pienso que tanto aquellas personas que estén aisladas del sufrimiento, dolor o decadencia, conocen una felicidad que para esas personas es la verdadera, pero para el grupo de personas que conozca toda la realidad sabrá distinguir entra la verdadera o la falsa felicidad. Aunque tienen diferentes conocimientos ambos grupos sociales llegaran al objetivo de alcanzar la felicidad.
Eva Maria Vázquez López 2ºD bachillerato

Manuel Angel Ariza 2ºBachillerato D dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manuel Angel Ariza 2ºBachillerato D dijo...

Algunos prefieren conocer la falsa realidad de las cosas que la sorprendente verdad de las ideas, puesto que de alguna forma nos sentimos engañados...

Nosotros los seres humanos desde mi opinión no nacemos felices ni infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra y que, en gran parte, depende de nuestra elección el que nos llegue la felicidad o la desgracia.
No es cierto, como muchos piensan, que la felicidad pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como una lotería, sino que es algo que se construye, poco a poco.
La felicidad nunca es completa, pero, aun así, hay razones más que suficientes para estar alegres para sentirnos entusiasmados y para que una de las claves esté precisamente en no renunciar o ignorar cada momento de felicidad.
Nos pasamos la vida soñando o esperando la felicidad completa.
Pero no hay argumentos filosóficos suficientes para la búsqueda de la felicidad porque no hay sólo una, sino muchas felicidades, y cada hombre o mujer debe encontrar la suya... es decir, sí hay una serie de caminos por los que se puede caminar hacia ella.

Para empezar, valorarnos y no mostrarnos indiferentes en su encuentro.Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos.
Asumir después serenamente las partes negativas, no encerramos en nuestros dolores, no exagerar las pequeñas cosas que nos faltan,no sufrir por temores o sueños de posibles desgracias que probablemente nunca nos encontremos.
Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que no pasarnos la vida desconfiando de los demás. Tratar de comprenderles en cierto modo y de aceptarles tal y como son. Pero buscar también en todos más lo que nos une que lo que nos separa.
Caminar siempre hacia delante, aunque algunas veces tengamos que retroceder. Aspirar siempre a más, pero no a demasiado, las cosas vienen poco a poco.
Tener confianza en que a la larga y a veces muy a la larga terminará siempre por imponerse. No angustiarse si otros avanzan aparentemente más deprisa que nosotros mismos.

En el tema del amor, preocuparnos más por amar que por ser amados. Estar siempre dispuestos a cambiar nuestras propias ideas, pero siempre en un límite medio.

Procura sonreír con ganas o sin ellas, que es lo que yo hago todos los días y estar seguros de que los humanos somos capaces de superarnos y de superar muchos dolores, muchos más de lo que esperamos.. .

Samuel Etxebarría Gallareta 1º Bach-A. dijo...

Desde mi punto de vista la felicidad es un estado mental que implica aceptar la realidad como es. Quiero decir que sólo eres verdaderamente feliz si aceptas la vida sabiendo como funciona. Si vives pensando que las situaciones que nos rodean son de una forma, y no son así realmente, más tarde o más temprano te darás cuenta del error y la decepción va a ser muy fuerte. La felicidad del que está engañado es una felicidad muy pasajera y aun que en el momento que la sientes te va a parecer maravillosa, al poco tiempo se vuelve contra ti. Por eso lo importante en esta existencia es ser capaz de aceptar las cosas como son.

Carmelilla dijo...

Me gustaría que todos nos imaginásemos un camino y al final una señal de meta en la que nos encontramos un gran letrero que dice: ENHORABUENA, HA ALCANZADO EL MAYOR ESTADO DE FELICIDAD. Un comentario que habremos escuchado millones de veces al principio de nuestro camino es: “El objetivo, por excelencia, de todos los seres humanos es: SER FELICES”. Parece que de repente se enciende en nuestro interior una lucecita de esperanza y alegría que nos hace emprender nuestro camino, comúnmente conocido como VIDA, intentando que todas aquellas experiencias que inundan nuestros días nos hagan cada día más felices. Pero es en este punto donde nos encontramos con la gran contradicción, esa sinestesia conocida como ” la cruda realidad” con todos sus obstáculos y sin sabores. Pues si señores, vivimos en un mundo injusto, violento, con muchísimas desigualdades, egoísta… pero a pesar de todo esto, anuncios, mensajes políticos, programas de televisión, folletos de agencias de viajes… ¡TODO, ABSOLUTAMENTE TODO! Nos convence de que tenemos que ser felices… ¡POR OBLIGACIÓN! La solución más fácil y simplista: disfrazar la realidad, vivir en un cuento, como si todo esto fuese la panacea a los cuantiosos problemas cotidianos, haciéndonos creer que somos felices cuando no lo somos realmente. Nos convertimos así en personas ignorantes, y fáciles de manipular. Menos mal que hay otras personas más libres, críticas en inteligentes que optan por abrir su mente y captar aquellas pequeñas cosas que surgen cuando menos lo esperamos y que nos hacen verdaderamente felices, aceptando la realidad pero sin renunciar a luchar por un mundo más feliz.

Carmen Hidalgo Pérez 1ºbach A

Anabel Vázquez dijo...

Si, es cierto que la felicidad no consta únicamente de vivir sin saber la realidad, pero en ciertas ocasiones ayuda mucho.
No se trata de ser felices viviendo una mentira, solo sin saber ciertas verdades, que no es lo mismo exactamente.
Sería como...contarle la verdad a alguien suprimiendo algunos datos, y así evitar dañarlo.
Claro que es más feliz el que menos sabe, pero si sabe que no sabe algo...la cosa cambia.
El objetivo es ser felices ¿no?
Pues deberíamos intentar serlo, olvidandonos del cómo y el por qué.
Auque siempre depende de a qué nos estemos refiriendo, claro...

SARA BARRANCO FLORES dijo...

La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.
En ningún momento se nombra que la felicidad vaya la unida a la ignorancia. Creo que la felicidad es un término independiente, cada uno es feliz cuando consigue algo que desea, aunque tengas cáncer, aunque no tengas familia, serás feliz si te lo propones. Incluso aunque no quieras, el día que, por casualidad te encuentres con un objetivo cumplido, sentirás felicidad, y te aseguro que no podrás evitarlo, aunque seas un ignorante, aunque estés enfermo, perdido, solo, aunque no sepas nada… la felicidad permanece, independiente a todo ello, latente en ti, en instantes efímeros, en las risas con tus amigos, en un abrazo, en un beso…para ello no necesitas el conocimiento de todo…para ello necesitas saber que la felicidad no viene con una banda de música al lado que anuncia su llegada, la felicidad pasa de puntillas, sin hacer ruido…pero es felicidad.

eduardo dijo...

Simplemente la felicidad depende de uno mismo, y del entorno que es rodeado. No se puede negar que el ser guapo, tener dinero ..... Etc... No son factores de felicidad en nuestra sociedad, hay que ser realista. Una frase escrita por juan carlos aragon un gran filosofo dice: y que pobre diablo te conto la gran mentira, del que el dinero no da gamas la felicidad, quien te lo conto que diablo mas pobre seria.

Sergio Gómez dijo...

Felicidad y verdad, dos temas bastante abiertos, pero que como he leido en los demás comentarios mis compañeros, atribuyen bien la ignorancia o la ausencia de esta con la felicidad ,y otros se apoyan en la verdad como la solución para la felicidad.
En mi opinión; en cierto modo no atribuyo directamente ninguna cualidad para alcanzar la felicidad, yo pienso que es necesario conocer la verdad para poder ver la realidad tal y como es, pro esto a veces conlleva a desangaños que podrucen sensaciones contrarias a la felicidad, y por esto yo propongo que la felicidad aunque no sea constante se puede alcanzar con una "sincronización" por así decirlo entre la ignorancia y la consciencia. Esto podría hacer que tengamos la verdad presente en muchos momentos, pero en otros al contrario ignoraramos esa realidad que nos perturba a veces, y así en esos momentos también podríamos ser felices . Pero claro la gente suele ser mas consciente que ignorante por eso, por ejemplo una persona que ve que le ocurre algo a una persona conocida se preocupa por ella, y vive esos momentos de angustia tan desagradables. Aunque piense que hay que tener parte consciente y parte ignorante ,por mi parte seguiré siendo consciente porque prefiero conocer la verdad al completo , y la felicidad en pequeñas partes (que conciernen a esos pequeños moementos que nos hacen disfrutar), que vivir en una realidad falsa aunque conlleve una felicidad absolut.

Carlos Márquez Cubero dijo...

La ignorancia no es, al fin y al cabo, la felicidad, pero si que esta relacionada, mientras conozcamos la verdad por mucho que la ignoremos, la conciencia no nos dejaría vivir en plena felicidad, ignorar un problema no lo evita, los pospone en el tiempo. Los únicos que son felices por la ignorancia son los niños, no porque sean unos ignorantes, de momento, en su pequeña vida sino porque no son conscientes de los problemas o de lo que vean a su alrededor.

Por otro lado, la ignorancia si que esta relacionada con la felicidad, ya que ignorar grandes problemas en el mundo, como el hambre en los países subdesarrollados, las guerras, el calentamiento global, etc. nos permite ser mas felices, dentro de lo que cabe, ya que si estuviéramos preocupados por todos estos problemas no podríamos vivir en tranquilidad (paz), que también esta relacionada con la felicidad.

En definitiva, no podemos ser ignorantes en todo momento, ni preocuparse por todo ya que el abuso, sea de lo que sea, no es bueno, por ejemplo jugar a la pley no es malo, si sabes dosificar el tiempo, pero si juegas sin control y en abuso, puede convertirse en algo perjudicial.

Meery dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Meery dijo...

Todos tenemos como objetivo prioritario alcanzar la felicidad con cada paso que damos en la vida. Es una meta innata que tenemos los seres humanos, como bien señalan algunos de mis compañeros, y sea cual sea el precio de ésta lucharemos por conseguirla con cada una de nuestras acciones. Es cierto que a nadie le gusta vivir en la ignorancia, pero anteponemos nuestro estado de bienestar y de felicidad al conocer la realidad, que muchas veces cae sobre nosotros como un jarro de agua fría y nos trunca ese estado.
El conocimiento no es más que otro camino posible hacia la felicidad, pero cuando nos obsesiona nos priva una vez más de ser felices. Depende también del tipo de verdad en cuestión, ya que no es lo mismo descubrir por ejemplo, que la Tierra es redonda y no plana como se creía en la antigüedad, que enterarse de que te quedan 3 meses de vida.
Posiblemente cuánto más cosas conocemos, más preocupaciones tenemos ya que el mundo real es duro, y encontrar la felicidad en él no es tarea fácil, sino que nos encontramos ante muchos obstáculos, y con las limitaciones de nuestras propias emociones y sentimientos.
Muchos suelen afirmar que ellos prefieren que le digan las cosas “con la verdad por delante”, ¿pero qué pasa cuando decimos algo que no guste del todo al receptor? Se ofenderá indudablemente. Es por esto por lo que pienso que es mejor evitar verdades hirientes, porque es más importante la felicidad de los individuos, que se logra cuando se cubren nuestras necesidades básicas, nos sentimos seguros y protegidos y vivimos sin miedos. Porque cómo define Eduard Punset, "La felicidad es la ausencia del miedo", y muchas veces la realidad asusta.
María Moya Duque 2ºBach D

Abel Rodriguez 2º Bach D dijo...

El conocimiento de lo que somos es una tarea apasionante. Es más, podríamos considerarlo como el objetivo más importante de la vida. Aún asi, hay quienes prefieren vivir en la ignorancia. Creen que cuanto menos sepan acerca de sí mismos, menos sufrirán. Ignoran que la ignorancia es precisamente, la base del dufrimiento.OS DEJO UNA BUENA CANCION!!! http://www.youtube.com/watch?v=LPVhGTCdp9o

Ana Bella González 2º Bach.D dijo...

En realidad yo pienso en gran parte como Platón. Yo creo que para llegar a alcanzar la verdadera felicidad hay que conocer la realidad. Yo no creo que no conocer la realidad sea de tontos, creo que "NO" querer conocer la realidad si es de tontos porque para tu poder tener capacidad de ser feliz primero tienes que tener la capacidad de elegir e intentar recabar toda la información acerca de lo que nos rodea y de lo que la realidad en sí para llegar a una conclusión lo más acertada posible y así conocer la verdadera felicidad la cual cuesta alcanzar.
Yo no creo que las personas que no conozcan la realidad son más felices sino que están tan inmersos en la ignorancia que no tienen la capacidad de decir realmente si son felices o no ya que no son capaces de decir si ese es el sentimiento real que sienten por ya que no conocen la "REALIDAD" del significado de esa palabra.
Creo que todos deberíamos aspirar a conocer la verdad para poder llegar a alcanzar la verdadera felicidad.

Claudia ❤️ dijo...

Agustín de Hipona (San Agustín) nos vino a decir que la ignorancia era el origen del mal en el hombre. Cuanto mas sabemos, mas vivimos, mas sentimos, y ¿puede haber mayor sentido de la vida que estar y ser mas vivos?
La felicidad y el dolor afetan a la vida de las personas independientemente de su nivel de ignorancia o sabiduria, pero cuanto mas sabemos, mas felices podemos ser y mejor podemos afrontar el dolor. Por lo tanto, la ignorancia no da la felicidad ni la quita, solo podemos ser felices con menor intensidad, sin embargo, la persona que sabe puede ser feliz con mas plenitud y en mas ocasiones.

Gabriela Fijo Montes dijo...

En mi opinión, la felicidad basada en la falta de conocimientos no es verdadera felicidad, al estar apoyada en la falta de razones para lo contrario. Te sientes bien porque no conoces las complicaciones que implican una vida más compleja. Cuando se trata de un suceso trágico o perjudicial para el implicado, pero del que puede mantenerse ajeno, me parece más justo conocer lo ocurrido para mejorar como persona y adaptarse a los nuevos hechos.
Es cierto que la ignorancia concede cierta felicidad, pero se trata de una felicidad simplista y engañosa, al estar ajena a la realidad y a la que en mi opinión, prefiero la infelicidad de conocer lo que me rodea, por muy terrible que pueda ser. Aunque es fácil pensarlo friamente y de una forma tan teórica, en el caso real de tener que decidir.. ¿Quién no quiere ser feliz?

Antonio Romero dijo...

Dos citas para alimentar el debate:

"Hay dos maneras de conseguir la felicidad, una hacerse el idiota; otra serlo." (Enrique Jardiel Poncela)

"No quiero ser feliz a costa de ser imbécil" (Voltaire)

Manuel García Gutiérrez dijo...

Creo que es algo muy relativo porque creo que buscando la verdad encontraremos la felicidad pero también creo que la felicidad es el deseo de todo el mundo y todo el mundo tiene derecho a ser feliz de cualquier manera y tampoco creo que sea una condición indispensable ser un ignorante para ser feliz. Creo que cualquier persona puede ser feliz de cualquier manera mientras que sus actos no influyan negativamente en otra persona. Aunque también creo que una persona no puede llegar a ser realmente feliz si no conoce la verdad. Creo en que cada persona es diferente y puede ser feliz de la manera que quiera o pueda.

Marta Cuevas Caballero dijo...

Es posible que todo dependa de qué tipo de perspectiva ofrezca el hecho de conocer la realidad, y cuál el de ignorarla.
Podría darse una situación en la que se viviera feliz, completamente, sin necesidades de ningún tipo, sin tristeza, pero en la que al mismo tiempo se fuera inconsciente de algo más o menos importante, ajeno a uno. ¿Qué sucede, como creo que alguien ya ha planteado, si el conocimiento de esa realidad, si el paso de las apariencias a lo verdadero, por poner un simpático símil platónico, resulta en infelicidad? En ese caso, y siempre que esa felicidad ignorante del mundo en la que vivimos no nos perjudique a largo plazo o perjudique a otros, considero que ésa es la mejor opción; la realidad también puede hacer a una persona desgraciada hasta límites inimaginables, y puede ser mejor vivir creyendo que las cosas son de otra manera, para evitar un sufrimiento que haría la vida muy difícil. Al fin y al cabo, vivir en la ignorancia por tu propia felicidad no tiene por qué ser deshonroso ni motivo de burla, ya que este fenómeno ha sucedido durante siglos en la humanidad, consciente (¿contradictorio?) o inconscientemente. Si de lo que se trata es de lograr la felicidad, y puede lograrse así, ¿cuál es el problema? ¿Es una felicidad falsa? Algunos habéis dicho que lo es, pero todos defendéis que la forma de buscar la felicidad es distinta en cada persona: en este caso, esa felicidad, valga la redundancia, es real para la persona que la experimenta, es suficiente para hacerla vivir mejor, incluso para que transmita esas buenas vibraciones a los demás, y eso es lo único que importa.
El problema llega cuando toda esta sensación de ignorancia perjudica, como ya dije, a los demás, o cuando se traduce en una inconsciencia que lleva a la persona a hacer deliberadamente daño a los demás (desgraciadamente hay seres humanos que disfrutan haciendo eso, vivan en la felicidad de la realidad o en la de la ignorancia). En conclusión, la postura que sostengo es que los límites a nuestra felicidad están en donde empieza la de los demás. Como decía Sartre hablando de la libertad, que para el caso, viene a ser lo mismo.

Carlos Moreno Olivero 2ºbachD dijo...

Desde mi punto de vista, la felicidad no es más que la liberación de hormonas (endorfinas por ejemplo) y otros procesos químicos que se producen dentro de nosotros. Estos procesos químicos y liberación de determinadas hormonas relacionadas con la felicidad se producen gracias a una estimulación exterior (ingerir chocolate, tener sexo...) que ayuda a ello; pero la clave está en que estos estímulos se pueden obtener independientemente de la "cantidad de verdades o conocimientos" que tengas almacenadas en tu cerebro. También he de puntualizar que el descubrimiento de una “verdad” no tiene por qué ser siempre una experiencia negativa.
En mi opinión, para ser feliz se necesita que la balanza caiga hacia el lado de los estímulos positivos y no hacia el lado de los estímulos negativos como verdades que puedan crearte un estado de ánimo negativo
Mi conclusión es que, es independiente el número de verdades que almacenemos en nuestros cerebros, y el ser feliz.

Isidro Romero 2º Bach. C dijo...

¿Verdad o felicidad? Yo considero la felicidad como algo que todos buscan, desde ese punto de vista no puedes preferir nada antes de la felicidad porque esa es la meta que todos tenemos por naturaleza, el resto son solo caminos que nos llevan a eso, o creemos que nos llevan a eso, como puede ser la familia, el trabajo, el dinero, los valores morales (incluyendo honestidad o verdad).Pero es que para conseguir la felicidad lo mejor es saber la verdad, escondiendo la verdad lo único que haces es prohibirte la felicidad.
Hay personas que no solo buscan la verdad en situaciones específicas donde sea necesario, sino que la verdad es el camino que han escogido para buscar la "felicidad", como los científicos que investigan buscando siempre la verdad a través de pruebas tangibles o hechos, o filósofos siempre preguntándose cosas y buscando distintas respuestas o filosofías (ellos buscan la verdad no solo cuando es necesaria, sino porque es algo que les gusta hacer) alguien así puede considerar el sufrimiento de la búsqueda justificable ante el conocimiento de la verdad.

Antonio Romero dijo...

Bien, pues esto parece que se ha estancado, ¿no hay más intervenciones? Me temo que falta mucha gente que debería intervenir.
Es una pena porque las intervenciones de, por ejemplo, Marta Cuevas y Carlos Moreno, son interesantes...merecerían continuar un poco más esto.

Hagan juego...

Estela Martín 2º Bach C dijo...

En mi opinión es mucho más fácil lograr la felicidad siendo ignorante, es decir, cuanto más "tonto" (con perdón) seas, más probabilidades tendrás de ser feliz. Eso no significa que una persona inteligente no pueda conseguir la felicidad, pero le será complicado.

Hay que tener en cuenta que las personas con un coeficiente alto escasean y este es un mundo hecho para idiotas; sólo hay que encender la televisión o salir un rato a la calle para darse cuenta de esto. Por tanto, vivir en un mundo en el que la educación y la cultura son secundarias, es difícil para una persona que le da valor a estas cosas. También cuando eres inteligente los demás tienen tendencia a aislarte y encontrar a gente con la que relacionarte difícil.

Además suelen ser mucho más exigentes, y los demás también les exigen más. A un tonto no puedes exigirle demasiado, sin embargo a alguien listo sí. Generalmente, cuando no cumplen con sus metas o lo que le marcan los demás, se deprimen.

Terminaré comentando que para mí solo existe un tipo de felicidad, ya que como dijo Carlos Moreno (por cierto, un comentario muy interesante), creo que es un proceso químico y da igual si la estimulación de este proceso es algo real o algo artificial puesto que el resultado será el mismo.

Eva Rufino dijo...

¿Verdad o felicidad?
Desde mi punto de vista estas dos cosas no tienen por qué estar relacionadas.
Al margen de que tu tengas mas conocimientos o menos, el tener mas conocimientos te va a permitir percatarte de lo que ocurre a tu alrededor. Eso tiene relación a que sepas la verdad de las cosas. No siempre la verdad esta ligada a sensaciones negativas ni a ideas negativas, solo que te hacen localizar y relacionar la realidad con lo que te ocurre a ti o a tu alrededor.
Por otro lado tu puedes ser feliz con o sin verdad. Habrá personas a que el estar en estado feliz tenga que estar siempre ligado a ignorar lo que ocurre a su alrededor. Muchas veces pensamos o decimos que los niños pequeños, son los seres mas felices porque ignoran lo que pasa a su alrededor. Eso hace que vivan en un estado de felicidad, comparable a un sueño, o algo parecido a Disneylandia.
También, todas las personas no van a encontrar la felicidad en las mismas cosas, si comparamos a un pre-adolescente con un asesino no tiene ni punto de comparación. El pre-adolescente va a encontrar la felicidad, generalmente, en que le permitan sus padres todas las libertades que exija; y por otro lado el asesino va a encontrar la felicidad matando a personas, pero ninguna de las dos tiene relación con conocer la verdad o ignorarla.
En conclusión, los seres humanos somos máquinas muy complicadas de entender, y al igual que habrá personas que elijan vivir en la ignorancia para ser mas felices, habrá muchas otras que prefieran saber la verdad aunque eso implique no ser felices.
Eva Rufino 1ºBach A

Azahara Diaz 1º Bach. A. dijo...

Creo que en parte vivir en la ignorancia si que te da la felicidad, no en la totalidad de la ignorancia si no en la ignorancia que se refiere a los sentimientos por que hay personas que tienen debilidad y no son capaces de afrontar los contratiempos o problemas que le surgen a lo largo de su vida.
Aunque vivan en una realidad particular y para los demás sea falsa esas personas que son débiles son felices asín y aunque ignoren la realidad, son capaces de distinguir lo falso de lo real.

Manuel David Moya 1º Bach dijo...

En mi opinión, una persona puede ser feliz de muchas maneras, pero creo que siendo engañada no es una de ellas ya que la vida te pones malos y buenos momentos y tu tienes que saber ser feliz en consecuencia con ellos, si vives en la ignorancia tienes un estado de felicidad que no se corresponde con el de la realidad. Un ejemplo es cuando un familiar tiene cáncer y él no lo sabe ya que su familia no se lo ha querido comunicar esa persona vive feliz, pero es una felicidad ficticia, y cuando muera habrá muerto viviendo una felicidad que a lo mejor no era la que le correspondia con su enfermedad , pero posiblemente el hubiera sido feliz haciendo las cosas que más le gustaban en esos últimos momentos de su vida, quien sabe, cada persona es un mundo y la felicidad es una ilusión a la misma vez que un estado de ánimo.

Fran Domínguez García dijo...

La complejidad de la mente humana es tan grande que podemos sentir las mismas emociones en situaciones muy distintas, incluso siendo conscientes de ellas. Esto puede probarse, por ejemplo, con el llamado "efecto placebo". Aunque en ese caso el individuo que lo experimenta no es conocedor de su ignorancia, se trata de una perfecta demostración que, en mi opinión, resume hasta qué punto somos capaces los seres humanos de hallar la felicidad o, al menos, la satisfacción. En realidad, hallar la felicidad plena sería casi “utópico”, como se ha comentado por clase, pues es difícil imaginar una existencia sin absolutamente ningún tipo de traba que dificulte el acceso a ella. Por esto considero que tal sentimiento no existe totalmente en nadie. Sin embargo, sí es posible vivir en un régimen de satisfacción muy alta, tanto conociendo como ignorando, siendo quizás más probable con la segunda manera. De acuerdo con algunos de mis compañeros, el hecho de ser felices no requiere ser sabedores de la auténtica realidad que nos rodea, puesto que no tendríamos, si no fuera así, una felicidad impura. Si no bastaría con preguntar a los ignorantes que se declaran afortunados sin más si verdaderamente se sienten como dicen. ¿Acaso responderían que no? No tendría sentido.
Sin duda, la felicidad, mientras no suponga la desgracia de individuos ajenos a nuestra persona, puede considerarse como tal en las circunstancias que sea. No obstante, he de reconocer que el deseo de averiguar la verdad a costa de la felicidad propia que ha existido durante siglos ha posibilitado el avance del hombre en muchos campos. A las revoluciones que, pagándolo con sus vidas, causaron la caída de multitud regímenes, en ocasiones sin ser éstos opresores para toda la población, debemos agradecerles en parte la calma (y por qué no felicidad) de la que gozamos hoy.

Alicia Cid Gómez dijo...

Conoxco una cita latina llamada: FELIX QUI POTUIT RERUM COGNOSCERE CAUSAE que significa feliz el que pueda conocer la causa de las cosas. ¿És esta idea cierta realmente?

Es cierto que la ignorancia es como una venda en los ojos que a veces ni nosotros mismos queremos quitarnos por miedo, porque sabemos que lo que podemos ver nos puede hacer daño.
El miedoes un sentimiento que vive con nosotros desde que llegamos al mundo pero del que a menudo nos avergonzamos y yo me pregunto ¿por qué avergonzarte de temer que algo venga y te arrebate todo aquello que te hace feliz? Y es que realmente una mentira puede hacernos tan felices que ¿de verdad merece la pena arriesgarlo? ¿acaso esa felicidad deja de serlo por estar basada en el desconocimiento?

Bajo mi punto de vista, la vida es muy corta y los momentos felices son tan escasos que no podemos darle más importancia al conocimiento estando en juego el sentirte llen@, satisfech@ y feliz con tu vida.

Alba Ramírez 1ºbach.A dijo...

¿ Verdad o felicidad?
La felicidad no depende de nuestros conocimientos, puedes ser feliz y ser, a la misma vez un ignorante en algunos aspectos de la vida. Podemos ser ignorantes en muchas cosas pero también podemos tener millones de personas a nuestro lado, millones de metas que alcanzar, y miles de razones por las que ser felices.
También debemos tener en cuenta que no se puede ignorar todo, porque si todo lo ignoramos, si estamos todo el día con los ojos cerrados al mundo real, cuando despiertes de ese sueño, de ese mundo que te has inventado para evadirte de la realidad, para poder ser feliz…, y vuelves al mundo real, entonces es cuando chocas con la realidad, y te das cuenta de cuan equivocado estabas, y de que no todo es de color rosa, que en la vida hay problemas que afrontar, y que muchas veces el conseguir afrontar esos retos, el ser capaz conseguir esa meta, es lo que te hace verdaderamente feliz.
Muchas veces, cuando vemos pasar a un ignorante a nuestro lado pensamos “pobre…”, pero ¿por qué?, acaso no puede esa persona ser feliz, acaso no deseamos muchas veces no saber muchas cosas, para poder ser felices…, dependemos mucho del mundo que nos rodea, y eso hace que muchas veces no seamos capaces de ver todas las cosas que hay a nuestro alrededor y por las que deberíamos de ser felices.
Pienso que si vivimos en el mundo real, y afrontamos los problemas con valentía, con fuerza…, podemos ser felices, lo que no podemos hacer, como ya he dicho antes, es evadirnos del mundo e inventarnos uno en el sí que podamos ser felices. Puedes ser un ignorante y ser feliz, y puedes saberlo todo y ser feliz, o ¿acaso el más sabio no puede ser feliz porque lo sabe todo?
¿Si eres feliz, entonces tienes que ser ignorante?, una persona no puede ser feliz todos los días de su vida, ni todas las horas del día, la felicidad se vive a momentos, a veces eres feliz, otras no, y de lo que trata la vida es de encontrar esa felicidad, y de aprovecharla en aquellos momentos en los que se haga presente.
Para ser felices, solo hace falta encontrar la felicidad, y hay muchas formas de buscarla y encontrarla.

Alba Ramírez Listán. 1ºbachA